Mujer y hombre
Este artículo, al igual que la sección Compatibilidades de este sitio, en parte está inspirado y en parte es una paráfrasis de fragmentos del libro “La zona oculta del amor y el sexo de tu signo“ de la gran astróloga Mabel Iam.
Debido a su
regencia Jupiteriana y el elemento volátil fuego, un hombre Sagitario no es una
presa fácil. Hará salir de la más profunda oscuridad de tu inconsciente
aquellas zonas donde los celos abunden, esas zonas de tu personalidad que no
conocías.
Naturalmente,
como es un sujeto que piensa todo el tiempo que es “Mr. Mundo”, elegirte va a
serle sumamente difícil. En el fondo, Sagitario cree que la mayoría de las
mujeres que conoce no son lo suficientemente buenas para él. En consecuencia,
toda mujer con la que arregle una cita deberá estar a la altura de su súper
imagen.
Sagitario se
encargará de averiguar si la candidata tiene inclinaciones maternales y se
entusiasmará al máximo por una muchacha que tenga al menos un remoto parecido
con su “mami”.
Quizá
Sagitario pueda capitalizar su engreimiento combinándolo con su sincera
preocupación por los problemas serios. Así, el personaje que se muestre en
público sabrá cómo acaparar la atención con la mayor facilidad.
Si estás
buscando o tratando de enamorar a un hombre de Sagitario, tienes que saber que
estás a la caza de un cazador de mujeres. Te encontrarás con un ser que siempre
tiene en la mira a la damisela de sus sueños, y que todos los días tiene un
sueño nuevo. Es probable que no necesite decirte que los sagitarianos persiguen
a las mujeres más inaccesibles que puedan encontrar: si estás buscando a un
centauro, tienes que ser más astuta que una serpiente para atraparlo. Otro
punto que debes conocer es que el amor a larga distancia es su favorito porque
así están seguros de que no se concretará nada.
De algún
modo, Sagitario se las arregla para arrastrar a casa su botín después de cada
cacería, más allá de lo difícil que sea la presa. Aunque es seguro que serán
demasiado bruscos, siempre logran lo que desean aunque no se caractericen por
una sexualidad muy intensa. Cuando llevan a su presa al dormitorio, no sabrán
si jugar con ella al ajedrez o tomarla entre sus brazos, porque no son amantes
naturales.
Las mujeres
que están detrás de un sagitariano tendrán que asumir que si buscan a este tipo
de hombre es porque realmente no quieren un compromiso.
Cómo seducir a una sagitariana
¿Alguna vez
les pegaron con un látigo? Debido a su regencia Jupiteriana y el elemento
fogoso, la necesidad de aprender con quiénes podemos ser francos y con quiénes
es mejor callamos es el mayor desafío. Esto lo afirmo para las personas que
quieran seducir a una sagitariana.
Te
encontraste con una mujer mezcla de látigo y flecha de fuego montando un
caballo como si fuera una moto. Si te detuviste a pensar y todavía eres franco
contigo mismo, ¿te diste cuenta?
Ante todo,
otra pregunta: ¿pudiste hablar mientras estabas con ella? Habrás comprobado que
es imposible unir cuatro oraciones sin que te interrumpa.
No quiero
imaginarme lo que te habrá sucedido si eres el típico geminiano o ariano al que
no le gusta que lo interrumpan, especialmente para decir algo no demasiado
coherente. Las mujeres de Sagitario hablan de todo y para todo.
Básicamente,
para las sagitarianas el romance es aventura. Odian conocer el final antes de
que termine la historia. Y así es como, una y otra vez, se lanzan a amoríos que
son obviamente riesgosos y terminan teniendo que soltarlos como a bollos calientes.
Para ellas
la idea de casarse es divertida porque piensan en la fiesta y en el viaje de
luna de miel. Con respecto a todo lo demás, lo olvidan o no le dan importancia.
Son mujeres
que no saben decir simplemente “no”. También les gusta un buen juego y
flirtear... ¡sin la menor reserva! porque les encanta ser independientes y
demostrarlo.
Realmente,
la duda que le cabe a un conquistador de esta amazona es cuándo empezó a correr
esa increíble carrera de obstáculos, flechas interminables y palabras. Y uno
debe preguntárselo hasta haber agotado todas las posibilidades.
Las
sagitarianas llegan a un punto de saturación cuando su pareja se vuelve
insistente respecto del tema de la rutina y el matrimonio.
Cuando menos
se den cuenta, ellas empiezan el ataque con su filosofía, sus historias de
teosofía y de otras disciplinas, y, si no les ponen freno, nunca paran.
Editor: Lic. Gastón Gandolfi - Astrólogo
www.gastongandolfi.com